A LAS ESTRELLAS Reina el silencio: fúlgidas en tanto luces de paz, purísimas estrellas, de la noche feliz lámparas bellas, bordáis con oro su luctuoso manto. Duerme el placer, mas vela mi quebranto, y rompen el silencio mis querellas, volviendo el eco, unísono con ellas, de aves nocturnas el siniestro canto. ¡Estrellas, cuya luz modesta y pura del mar duplica el azulado espejo !... ©Electre 2025