¿No oís el fragor de la tempestad que se avecina ? ¿No veis abrirse las nubes y descargar la destrucción pavorosa y fatal sobre la tierra desolada ? ¿No asistís a la caída del rayo ni os ensordece el grito del cielo que sigue a su descenso ? ¿No sentís la tierra temblar y abrirse con agónicos rugidos, mientras el aire, preñado de alaridos y lamentos, anuncia los últimos días del hombre ? ¡No !... ©Electre 2025