Mark Twain escribió esta obra ocho años después de presentar al personaje en 'Las aventuras de Tom Sawyer'. Huck, educado en la moral de su época, sabe que debería denunciar a Jim, el esclavo negro que, ante la amenaza de ser vendido, se dispone a huir. Y sabe que ayudando a escapar a un negro está 'pecando', y que por ese camino 'se condena'. Pero Huck entiende las 'razones del corazón' e ignora la supuesta 'moral' en favor de la amistad y del buen sentido. Afortunadamente, la Historia ha dado la razón a Huckleberry Finn.